(...) Y en el sexto día Diós creó el hombre. Miles millones años después el hombre creó la internet, los blogs y el orkut y el hombre creó a si mismo en la internet. Nadie tuvo paz desde entonces...

martes, 16 de septiembre de 2008

Mis gustos


Me gusta el color del sol cuando el día empieza en la primavera. Me gusta mirar las estrellas del cielo de las ciudades pequenãs. Me gusta el olor dulce de las personas después del baño. Me gusta oler ropas nuevas cuando me las regala alguién. Me gusta el sabor del beso de la persona amada. Me gusta probar el color rojo de las fresas. Me gusta la sensación de tocar la arena de la playa descalzo. Me gusta sentir la rugosidad de las piedras de grandes peñascos. Me gusta oír el sonido de los pájaros en los días lluviosos. Me gusta oír la voz de mi amor al teléfono.
Pero... no me gusta hablar de mis gustos.

4 comentarios:

renata dijo...

bueno este texto para trabajar el verbo gustar en clase.
!he gustado de tu blog!
Renata

Mara dijo...

percebi que te gusta Madonna...tu blog está barbaro sigue escribiendo..besos
Volveré a visitarte.

Unknown dijo...

Creo que me gusta todo lo que dijiste!!! jajaja incluyendo Madonna... toco ayer creo, aca en Barcelona.. pero no pude ir a verla...

saludos

Elzimar dijo...

Me gusta la vida!
Me gustan mis alumnos!
Buenísimo tu texto.

Datos personales

Me gustaría publicar en "New York Times" quién soy yo. Tatuar en el brazo de Madonna mi identidad secreta. Entallar en la moldura de Monalisa el nombre de mi amor prohibido. Me gustaría aún, gritar de la cumbre de la torre Eiffel cosas que nadie sabe sobre mí o garabatear en el muro de Berlín cosas sobre mí que yo no diría ni a mi propia sombra. Ese soy yo: intrincado, inexplicable, duro. Pero yo también sé ser dulce y amable. Soy un ángel cuando quiero serlo. Soy casi un de estes santos que los artistas de los siglos XVIII y XIX tendrían dibujado en sus iglesias barrocas de Latinoamérica. Soy el dulce duro, el ángel al revés. No soy guapo, pero tampoco soy feo a punto de quedarme siempre sólo. No soy inteligente, pero nunca he desaprobado en la escuela. No soy el mejor, ni tampoco el peor. No soy rico (aunque me gustaría muchísimo serlo), pero nunca tuve que pedir limosnas en las calles. No hablo bien, no escribo bien, no sé conducir, no sé cocinar y no conozco a nadie famoso. No he leído Don Quijote, no sé cuál es la capital de Bolivia... Ese soy yo, por lo menos el “yo” que conozco, pero nunca se puede decir que se conoce a alguién verdaderamente